jueves, 10 de abril de 2014

El verdadero elefante blanco

¿Seguirá perdiendo Conaculta millones de pesos en Librerías Educal? Tal vez la respuesta se lea entre líneas en los diarios matutinos, que no sólo alardean sobre la inauguración de la librería María Félix en la Cineteca, sino que olvidaron con “servilismo” los datos revelados por el IFAI en 2012, esos que indicaban perdidas del gobierno en la paraestatal por 61.5 millones de pesos.

Si bien el monto podría considerarse cómico, al pensar que las bajas ventas de esta “empresa” cultural –con puntos de venta desérticos en la Biblioteca Vasconcelos o la Terminal II del AICM, sólo por mencionar algunos– podría recuperarse en los elevados precios que maneja al ser entre la industria una de las firmas más caras, pero la cifra se torna trágica cuando se ve que el objetivo por la que fue conformada no se cumple, impulsar la lectura.

En México, de acuerdo con la OCDE, el rezago en la lectura es de 65 años, algo insignificante a simple vista, pero el dato toma dimensión cuando se sabe que en promedio los mexicanos leemos 2.8 libros al año, y sólo 2% de nuestra población tiene como hábito permanente la lectura, es decir, en palabras de la UNESCO, léase como el penúltimo lugar de una lista de 108 naciones sobre el índice de lectura.

En una conversación de sobre mesa, un conocido comentó que los principales culpables de la situación en la que se encuentra esta compañía son los trabajadores, quienes no sólo desconocen el material que se ahí se exhibe, sino también atienden a los clientes sin interés. Sin embargo, qué se le podría exigir a un auxiliar de librería –ya sea adolescente sin estudios o personas a punto del retiro– que ven como única oportunidad laboral un empleo donde reciben un poco más del salario mínimo, algo así como mil 700 pesos quincenales.

Pero la falta de comercialización no es el único problema que aqueja a esta firma, ya que si bien en 2001 abrió sus estantes a la venta de obras de diversas editoriales, su labor de difundir las ediciones de la Dirección General de Publicaciones, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha quedado corta, de ahí que parte de los casi 500 mil títulos que inundan su almacén, corresponde en su mayoría a estos fondos editoriales.

Entonces, ante este panorama ¿cuál será la mejor alternativa para Educal? Privatizarla o ser absorbida por el Fondo de Cultura Económica –opciones contempladas desde su creación en 1990 cuando pasaron a formar parte del Conaculta. La opción correcta seguramente llegará con el tiempo, aunque raro es ver que en su afán por rescatarla, el gobierno ha puesto –en diversos intentos¬– al frente de este organismo nombres provenientes del FCE, Gerardo Jaramillo y  Héctor Chávez, sin efectividad alguna hasta el momento.

En fin, apelando a la sobrevalorada actriz del cine nacional a quien se le rinde tributo con la nueva librería, María Félix, “la mugre está muy cerca de la pobreza", y por ello en el circo cultural de este país seguiremos alimentando a un pequeño elefante blanco, el cual si bien hasta el momento no ha logrado enriquecernos, día tras día va creciendo, nos empobrece a tal magnitud que en los próximos años podría rebasar en su acumulado de perdidas los más de mil 300 millones de pesos que se invirtieron en la Megabiblioteca Vasconcelos.

¿Cuál es tú opinión sobre esta red de librerías?

David Romero.

0 comentarios: